Una vez, en el apogeo de su fama, fue invitado a la residencia de un potentado norteamericano, y a los postres se le rogó que dirigiese algunas palabras a la concurrencia. El vencedor de Camera, Uzcúdum y Max Baer se levantó con timidez y únicamente dijo:
— No voy a hablar porque no sé hablar, ni a cantar porque no sé cantar. Lo único que sé es boxear, y a esto sí estoy dispuesto a hacerlo con cualquiera de los presentes que lo desee.
Una ovación cerrada le reconoció vencedor absoluto.
Publicado por: Ohslho
La Paz, 07 de Mayo del 2015
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