Había acometido repetidas veces la conquista del Polo Norte, pero sería el Sur el que coronase su gloria el día 14 de septiembre de 1911, en pugna con el inglés Scott, que lo intentaba también.
Amundsen Roald (1872-1928) era un hombre sencillo, afable, que no gustaba en absoluto de presumir de sus triunfos. En cierta ocasión, sin embargo, hubo de satisfacer la curiosidad de cierta dama, interesadísima en conocer las impresiones del afamado explorador.
Amundsen, cortés, se extendió en toda clase de detalles, cuando he aquí que la señora, como remate del interrogatorio, rogó al explorador que le dijese cuál había sido el acontecimiento personal más singular que recordaba. Abrumado por la pregunta, Amundsen reflexionó un instante y al cabo dijo:
—Ah, sí, ahora recuerdo... Fue una vez que en una noche me creció la barba más de quince centímetros.
Visiblemente desconcertada, la dama replicó:
— ¡Cómo! Usted bromea, sin duda. ¿Quince centímetros en una sola noche? ¡Eso es imposible!
Y Amundsen, con tono divertido, contestó:
— Pues es cierto, créame. Claro que el hecho ocurrió en el Polo Norte, y allí, ya sabe, la noche dura seis meses.
Publicado por: Ohslho
La Paz, 28 de Abril del 2015
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